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Thriving Teams ¿Florecer en Otoño?

Es un decir… Pongamos por caso que en las últimas semanas hemos tenido una conversación profunda con un CEO y su Directiva de RR.HH. Nos cuentan que tienen un gran equipo, que han ido construyendo y consolidando durante los dos últimos años. Quieren ayudar al equipo Directivo para sentar unas bases sólidas pensando en el futuro.

Reflexionamos juntos sobre la idea de que los últimos 4 años han sido un auténtico “tiovivo”: Covid, emergencia humana, crisis de la cadena de suministro, crisis energética, crecimiento, decrecimiento, crisis de deuda, inflación e impactos geoestratégicos, entre otros.

Creemos que esto ha sido, simplemente, la puerta de entrada al mundo BANI (Brittle, Anxious, Nonlinear, Incomprehensible).

Nos parece claro que esta incertidumbre y la presente volatilidad llevan, además, implícita la sucesión de vaivenes impredecibles para las organizaciones y los equipos.

El tiempo que transcurre, entre una situación de gran crecimiento y una situación recesiva o negativa, cada vez es más corto.

Sin embargo, tú lo vas a abordar con el mismo equipo directivo. No vas a cambiar al equipo ejecutivo cada vez que las circunstancias cambien o que el entorno sea distinto. Es obvio que no vas a jugar un partido de balonmano: con un equipo para atacar y otro para defender.

Las ideas que han sustentado el desarrollo de los Equipos de Alto Rendimiento (High Performance Team) las hemos ido implementando en épocas de crecimiento, aunque de cierta estabilidad.

Ahora, debes pensar que tienes un equipo ejecutivo que deberá “florecer” en situaciones favorables y de prosperidad. Sin embargo, el mismo equipo deberá ser resiliente en situaciones adversas. Quieres un equipo que se recupera rápido de las caídas y que reconoce las oportunidades y las aprovecha. Necesitas un equipo directivo que se desarrolle bien en ambos tipos de situaciones, ya que se irán alternando, de forma rápida y recurrente.

De ahí nace la idea del “Thriving Team” (Ryan M. Niemiec, 2017): un equipo con determinación, que tiene éxito tanto en las situaciones de crecimiento como en las de adversidad, superando dificultades y disfrutando del reto juntos.

Para que eso ocurra, es imprescindible la capacidad para improvisar, y ello no va a ocurrir sin un entorno en el que tu equipo no se sienta seguro.

Hemos pasado de una época de liderazgo individual, a otra de liderazgo interconectado: los equipos, las personas, consumidores, líderes, managers y proveedores, tenemos más que nunca acceso a todo tipo de información. El “network”, en un sentido amplio tiene más impacto que nunca antes.

Por tanto, parece lógico pensar que el reto más importante de tu equipo directivo será transmitir ese “Thrive” al resto de la Organización.

            Y para empezar a ver dónde estamos, te proponemos algunas preguntas:

  • ¿Diriges más enfocado a generar resultados o a generar impacto?
  • Tu Organización, ¿está creando valor desde la co-creación?
  • ¿Te mantienes centrado en el control?
  • Tu estructura ¿es colaborativa?

Reflexionando sobre estas cuestiones, tu equipo directivo: ¿”florece o se marchita”?

Es un decir…