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El Skills Mapping Directivo o evaluación de directivos, no es un proceso de gestión de talento reciente, pero sí es una de las herramientas en la que cada vez más empresas confían a la hora de diferenciarse de su competencia.

Los tiempos convulsos en los que vivimos, la perspectiva de un futuro incierto y en constante movimiento, y la lucha, ya sin cuartel, por atraer y retener el mejor talento, están obligando a la alta dirección de las empresas a “mirar hacia dentro” para ser capaces de afrontar los retos que vienen “desde fuera”. 

Si bien no es ningún secreto que apalancarse en las capacidades del equipo interno es una de las claves del éxito de cualquier organización, para que este ejercicio sea realmente efectivo es necesario realizar un paso previo: identificar las habilidades y comportamientos clave que debe tener nuestro equipo directivo; pues el negocio alcanzará sus objetivos y se proyectará hacia el futuro a través de su liderazgo.

Dicho así puede sonar sencillo. Sin embargo, ¿tenemos claras cuáles son las competencias críticas que los directivos de nuestra empresa deben poseer para desarrollar con la máxima efectividad su función? ¿Necesitamos un equipo hábil a la hora de gestionar conflictos? ¿Quizás echamos en falta un mayor esfuerzo por trabajar en equipo? ¿Debemos ser más innovadores para anticiparnos y diferenciarnos en el mercado?

Seamos sinceros, identificar las competencias más convenientes para nuestra organización teniendo en cuenta el contexto en el que nos movemos y los objetivos que la empresa desea alcanzar, y valorar en qué medida nuestro equipo de directivos los cumple, no es tarea fácil.

Por eso, sea cual sea el sector, el tamaño o la cuota de mercado de la empresa, si queremos una evaluación de directivos fiable, válida, objetiva y consistente a lo largo de todo el proceso, vamos a necesitar un proyecto diseñado ad hoc a nuestros requerimientos, en el que la Dirección se sienta escuchada, acompañada y asesorada en todo momento.

Para ello, es importante no descuidar ninguna fase del proceso:

  1. PROPÓSITO

Mediante sesiones de trabajo con la Dirección General y/o Recursos Humanos, se trata de establecer el por qué y para qué se pretende realizar el mapa de talento directivo, identificar y definir las competencias clave para la empresa y determinar cuáles serán los equipos a evaluar.

2. PRUEBAS 

Diseño de las pruebas de evaluación más adecuadas en función de las competencias clave establecidas.  Pruebas ad-hoc.

3. ASSESSMENT DAY

Realización de simulaciones que reproducen el comportamiento real de los directivos en el desarrollo de su función, bajo la observación de consultores  senior expertos en la materia. Se trata de la evaluación de los directivos en acción.

4. ANÁLISIS: 

El Comité de Expertos analiza en común, los resultados de las diferentes pruebas realizadas tomando como punto de partida  los comportamientos observados. El objetivos es llegar a un consenso para la elaboración de un informe individual para cada directivo evaluado, siempre con el propósito último de que la persona evaluada alcance la excelencia en el desarrollo de las competencias establecidas.

5. COMUNICACIÓN

A lo largo de todo el proceso se mantienen vías de comunicación abiertas con la Dirección General y/o  la Dirección de RRHH, con feedback constante acerca del desarrollo de las pruebas y el estado de los participantes. 

Tras el cierre de los informes, se presentan los resultados a la Dirección mediante una representación visual del mapa de talento de su equipo directivo. Así como se procede a la devolución individual de cada informe por parte de un consultor senior.

Con este ejercicio vamos a tener un conocimiento concreto de la posición en que se sitúan nuestros directivos respecto a las competencias y habilidades esperadas. Para así, identificar el margen que les separa de la excelencia y configurar un plan de desarrollo individual para que cada uno de ellos alcance su máximo potencial. 

Por todo ello que sea tan relevante el realizar la evaluación de nuestros directivos.