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Según un estudio del Institute for Social Innovation de ESADE, solo el 6% de CEO’s del mundo son mujeres. En España, más allá del objetivo del 30% de presencia femenina en los consejos de administración, recomendado por la CNMV para las empresas del IBEX35, conseguido en 2020, la falta de paridad de género en la toma de decisiones y en el acceso del talento femenino a los órganos de gobernanza y ejecutivos de las empresas sigue siendo un desafío.

Recientemente hemos estado debatiendo, en distintos foros, sobre la importancia que tiene el networking para acceder y para ejercer en puestos de Dirección General, del Consejo de Administración o de un Advisory Board. ¿Y si, por el motivo que sea (cada una que elija el suyo), nosotras no le estamos dando la importancia adecuada a desarrollar nuestro networking profesional?

Tener un buen networking profesional implica generar y cultivar relaciones a largo plazo, basadas en la confianza y enfocadas a generar un beneficio para ambas partes. El contacto con los demás nos permite conocernos, y desarrollar nuestras habilidades sociales en el sentido más amplio, poner a prueba nuestra capacidad de influencia, la escucha activa, la capacidad de observación y de identificación de oportunidades, habilidades clave para liderar una organización, formar parte del Consejo de Administración y para ser verdaderos líderes del cambio.

Tal como decía Toni Solé en su “Seré breve” de marzo, “El network profesional que acompaña a cada directiv@ es un activo tremendamente importante del mismo. (…) no es algo que pueda improvisarse cuando buscamos trabajo. (…) nuestro network debe estar a punto para ayudarnos en todas las facetas de nuestro desarrollo y debemos irlo trabajando a lo largo de nuestra trayectoria profesional.” 

Ampliar tu red de contactos de manera cualitativa y planificada es fundamental. Y para ello se necesita tiempo y constancia, o lo que es lo mismo, ¡tenerlo en la agenda! 

Según la encuesta realizada recientemente por The Skeye a mujeres directivas, el 32% no tiene el networking en su agenda, un 48% le dedica ente 1 y 2 horas a la semana, y sólo el 20% le dedica 3 horas por semana o más.

Pero ¿qué pasos debemos seguir para generar esas relaciones de calidad que puedan aportar valor a nuestro desarrollo profesional?

  • Establece unos objetivos claros. ¿Para qué quieres desarrollar tu red? Intercambiar conocimientos y experiencias que te permitan mantenerte al día de nuevas tendencias, diversificar tus perspectivas del negocio, posicionarte en tu sector, abrir nuevas oportunidades profesionales, identificar nuevas oportunidades de negocio para la empresa,
  • Trabaja tus mensajes interiores: elimina sesgos, analiza las limitaciones y creencias negativas que puedas tener sobre el networking. No vas a “vender ninguna moto”, a “aprovecharte de nadie”, ni a mentir. El objetivo es generar relaciones win-win. Y sí, ¡tú también tienes mucho que ofrecer! 
  • Piensa en aquellos elementos que forman parte de ti y te hacen diferente al resto. Ten clara cuál es tu aportación de valor.
  • Desarrolla tu “storytelling” y aprende a presentarte. Que resulte claro, y sea coherente con tu esencia, entendible, que refleje el valor que puedes aportar, y que transmita con transparencia el mensaje que quieres transmitir a los demás.
  • Sal de tu entorno habitual y diversifica tus fuentes de contacto: las redes sociales profesionales son una gran herramienta para el networking, pero sobretodo, no olvides el offline. Asiste a los eventos que mejor encajen con tus objetivos, recupera el contacto de antigu@s compañer@s de estudios y de trabajo, genera vínculos con profesionales que valores, cursa un máster o alguna formación especializada. 
  • Enfócate en la calidad. No hace falta ir a todos los eventos, enviar enlaces indiscriminadamente, ni estar en todos los debates. Quédate con quienes te conviertan en mejor profesional a través de su conocimiento y valores, y participa cuando realmente puedas aportar valor.
  • Sé generosa. Aprende a identificar una situación que sabes tratar o a la que puedes contribuir. Comparte tus experiencias, conocimientos y opiniones, y ayuda de forma honesta sin que tenga que haber un interés por tu parte. 
  • Se proactiva. Si una persona encuentra a decenas de profesionales en un evento o tiene cientos de seguidores en sus redes sociales, es difícil que se acuerde de ti, a menos que asumas una actitud proactiva.
  • Se constante. Desarrollar una relación genuina implica tiempo y dedicación. Y siéntete feliz al hacerlo, se abre ante ti una oportunidad única de conocer gente diferente y genuina como tú. ¡Atrévete!