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Son tiempos complejos, sin guías ni experiencias previas que nos sirvan. El profesor Itamar Rogovsky ya nos hablaba hace muchísimos años de que la aceleración de los cambios (el tiempo entre un cambio y el siguiente) nos debía llevar a la necesidad de desaprender lo aprendido para poder afrontar lo desconocido.

Todos coincidimos en que la crisis sanitaria acabará (¡más pronto que tarde!) y deberemos aprender a gestionar otras crisis: económica, en primer lugar, pero también organizativa, de valores, etc.

Va a haber muchos aspectos importantes, y uno crítico: la “gestión de las Personas”. Seguro que deberemos analizar, revisar, redefinir lo que hemos hecho hasta ahora.

Quizá sería bueno empezar a pensar en el «día después», o en el «primer día de vuelta», como prefiramos.

Para ello, pensamos que lo mejor es centrarnos en los procesos habituales de gestión que hemos seguido hasta ahora: el plan estratégico, los objetivos, las estructuras, etc. Esto nos permitirá la continuidad en lo inmediato, en el corto plazo.

A partir de ahí, habrá que «re-crear» nuestra realidad y nuestros modelos de gestión para afrontar el nuevo escenario, para el que todos somos prendices.

Toni Solé