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Los Departamento de Personas están siendo protagonistas de este último año. Hoy hablamos con Lídia Monteagudo sobre aprendizajes y otras cuestiones que han afectado el último año la Dirección de Personas.

Cómo ha cambiado la percepción sobre el Departamento de Personas en tu empresa el último año?

El Departamento de Personas siempre ha estado al lado de los colaboradores, pero es cierto que este último año, además, nos perciben como su “red de seguridad”. Durante los primeros meses de pandemia todo era nuevo y la capacidad de reacción debía ser casi inmediata para poder acompañar a los directores en su toma de decisiones y a los empleados en general. Conocer de cerca cuáles eran las necesidades de todos ellos resultó básico para poder garantizar las decisiones adecuadas en cada momento y que los colaboradores se sintieran en un entorno seguro, medido y facilitador. Esto hizo que una parte importante de la plantilla se identificara más que nunca el orgullo de pertenencia y se volcara para asegurar que las tareas diarias se atendieran con igual eficiencia que siempre.

¿Qué crees que debe aportar hoy la Dirección de Personas al Comité de Dirección?

Sin duda, se trata de seguir aportando nuestra visión estratégica en temas tan relevantes como el desarrollo del talento, los valores corporativos o la gestión del cambio organizativo. Esto está provocando que, cada vez más, el Departamento de Personas sea un partner imprescindible durante la toma de decisiones estratégicas en el comité de dirección.

¿Cuáles son las 3 competencias que más valoras en la selección de un Directivo para tu Empresa?

Agilidad para el cambio. La pandemia ha enfatizado mucho esta competencia ya que nos encontramos inmersos en un entorno VUCA como nunca antes se había visto.

Visión estratégica. Tener la capacidad de conectar los inputs que llegan desde los distintos departamentos para trazar el camino a recorrer es una capacidad casi imprescindible ahora que se trabaja de manera tan transversal y con una movilidad interna tan elevada.

Liderazgo transformacional. En un contexto empresarial cambiante y dinámico encontrar la figura de un líder que se atreva a asumir riesgos, fomente el cambio y la creatividad con la mirada puesta en el futuro puede ser la clave para triunfar.

A nivel personal y profesional, ¿qué has aprendido durante estos meses?

Este último año ha sido un intenso periodo de aprendizaje a todos los niveles. Por un lado, he aprendido a poner en valor aspectos que antes daba por sentado, como la salud, la familia, ¡los reencuentros! Y el hecho de que todo puede cambiar de un día para el otro, por lo que es bueno estar más centrado en el ahora. Sin duda, después de todo lo vivido pongo más énfasis en apreciar lo que tengo, más que fijarme en lo que no tengo. 

A nivel profesional ha sido un reto en todos los ámbitos que se puedan imaginar. Pero si tengo que hacer referencia a uno, este va muy ligado a lo que acabo de comentar. Y es que este cambio en nuestra forma de ver el mundo y relacionarnos con él ha impactado directamente en el entorno laboral. Como Departamento de Personas tenemos el reto de conseguir que estas nuevas prioridades o valores personales se vean reflejados en la cultura empresarial y se les dé respuesta para captar y cuidar el mejor talento.

¡Gracias Lídia por tus aportaciones!