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En tiempos mozos, mientras Las Ketchup eran las reinas de la radio, los headhunters aportábamos dos cosas a las empresas: información/conocimiento empírico del mercado y asesoramiento, basado en el dualismo entre el Know-How y el buen análisis. 

Este era el mundo que conocíamos antes del acceso ilimitado a Internet y la aparición de unas herramientas mágicas llamadas Google y LinkedIn. Hoy, las cosas han cambiado. Tenemos las herramientas necesarias para acceder a toda la información, casi gratuita, y usarla de la manera correcta.

Bien, hablar del cambio de paradigma en términos digitales resulta tan desfasado como escuchar música con un MP3. Y es que un salto generacional es necesario, también, para adaptarnos a los nuevos modelos de negocio.

En una realidad globalizada e impredecible y frágil (BANI World), ahora más que nunca, las organizaciones necesitan adaptarse a partir de fomentar posiciones de nueva creación, que requieren pensar en los procesos de desarrollo de manera diferente. La otra cara de la moneda, a pesar de la incertidumbre, pues la economía global sigue desarrollándose. Nuestra profesión está ganando terreno, en especial en mercados en desarrollo como LATAM, por lo que tocará replantearnos nuestra labor para sobrevivir en un mercado latente e inestable.

Es una evidencia afirmar que siempre existe la necesidad de generar diferentes tipos de talento. Esto es consecuencia directa de las fuerzas económicas globales y el aumento de las nuevas industrias. 

Los nuevos negocios que nacen del tecleo, de la red y de nuevos productos con nuevos formatos, son la materialización de las proyecciones de los jóvenes. Idealistas que tienen el discurso “think out of the box” más interiorizado que nosotros el Aserejé. Sí, bromas aparte, estas nuevas posiciones acechan el status quo de los organigramas, pero esto no es una desgracia, para nada. Debemos encontrar el encaje de todas las piezas del puzzle a nivel organizativo. 

Asimismo, la jerarquía se tambalea ante la multidisciplinariedad de los roles. Y la urgencia de redefinir las altas posiciones precipita un crecimiento latente de los sectores de Executive Search y Consultoría de liderazgo, según la AESC (Association Executive Search Consultants).

La búsqueda de ejecutivos, y reclutar candidatos altamente cualificados para responsabilidades de primer nivel, es tan necesaria como compleja a nivel interno y externo. Entender el cambio como una amenaza es el primer obstáculo a superar. En este sentido, las tendencias apuntan a una transformación de la mano de los consultores. El Executive Search y la consultoría tendrán un papel fundamental ayudando a las compañías en esa metamorfosis; ya en la actualidad estamos viendo la apuesta por las competencias soft mientras que el tradicional y estándar job description va quedando en segundo plano. Y reclutar y evaluar a los candidatos en relación con el conocimiento y las competencias es ahora una realidad gracias a las nuevas herramientas, no hay excusa. Así pues, Assessments, Coaching y Consultoría debemos ayudar en el acompañamiento de las organizaciones. Lo que importa ya no es únicamente qué se hace, sino cómo y para qué se hace.

Con esta nueva realidad ya no somos sólo buscadores de talento, sin lugar a dudas nuestra función es la de Asesores de confianza, siendo imprescindible la visión transversal en todo el proceso.